Viajar sola tal vez sea una de las experiencias más desafiantes de la vida. Te enfrentas a tus miedos y reflexionas sobre tu vida y lo que ocurre en el mundo cotidiano. Ya sea de mochilazo o a otro país, seguramente los primeros días serán difíciles y pensarás que probablemente no fue una buena idea viajar sola, pero mientras avanza tu aventura te darás cuenta de los beneficios que tiene tu viaje, que estará lleno de reflexiones y situaciones extraordinarias que con otra persona nunca hubieras logrado tener.
Aquí te compartimos algunas razones para que te convenzas y por fin emprendas la aventura más arriesgada de tu vida, una que probablemente cambie tu vida para siempre.
Nuevas amistades
Viajar sola te permite conocer gente y socializar; estás fuera de tu ciudad para disfrutar y hacer lo que quieras, por lo que las personas que viven en el lugar podrán convertirse en tu mejor guía y en tus mejores compañeros. Muchas veces cuando viajamos con otra persona tendemos a tenerlo todo y estar muy cómodos, nos cerramos a las posibilidades de conocer más personas, mientras que en soledad nos abrimos a un mundo de posibilidades.
Experimentas la libertad
Un sentimiento de libertad se hace presente cuando viajas sola porque puedes hacer lo que quieras, cuando quieras y como quieras. Debes hacer tus planes y si en algún momento algo cambia, no importa porque no habrá nadie que se enoje por hacerlo.
Puedes encontrar el amor
Cuántas veces no soñamos con encontrar al amor verdadero en algún lugar extraño y soñar juntos hasta que las vacaciones terminen. Si viajas sola podrás tener más posibilidades de hacerlo y utilizar tu tiempo con tu nueva conquista, pues no estarás atada a nadie.
Te conoces
Al viajar sola podrás pensar más en ti, en tu vida y las cosas por las que no tienes tiempo de reflexionar en tu hogar, pues tendrás tanto tiempo contigo que no te quedará de otra que hacerlo. Descubrirás nuevas facetas de tu vida, tus gustos y los placeres que te hacen feliz.
Te reinventas
En ese tiempo de análisis e introspección puedes hacer un cambio en las cosas que no te gustan sobre ti y sobre tu vida ordinaria, porque nunca es tarde para cambiar y es el momento indicado para que lo hagas.
Descansas
Cuando viajas con alguien, los itinerarios y planes no pueden romperse, pero cuando lo haces sola puedes dormir hasta las 11 de la mañana y nadie puede decirte nada, no habrá quien te diga qué hacer ni pláticas incómodas de las que no sepas cómo huir. Por fin tendrás tiempo para no hacer nada y no importará, porque en los viajes todo se vale.
Olvidas tu rutina
Los problemas del trabajo, el estrés con tu pareja o cualquier cosa que te aqueje en tu día a día estarán fuera de tu cabeza. Entrarás en un estado de ensueño, en el que por un instante dejarás de ser tú y podrás ser una persona sin preocupaciones.
Superas tus miedos
Esas cosas a las que temes enfrentarte en tu día a día, pero no lo haces porque alguien más lo puede hacer por ti se acabaron. Cuando viajas sola debes tomar decisiones que no puedes ignorar ni dejar pasar. Te vales de ti misma y debes aprender a sobrevivir sin la ayuda de nadie.
Estás en silencio, lo que te hace mucho bien
En todas las religiones, según el periódico La vanguardia, se afirma que cuando uno está en silencio, deja de ser el centro del mundo y se abre un contacto diferente con la realidad y con uno mismo. Mientras viajas sola puedes escuchar tus diálogos interiores porque aunque no hables mucho con los demás, te encontrarás en constantes diálogos internos.
Descubres más lugares
Ya que no debes esperar a nadie y tu tiempo es sólo tuyo, te dará más oportunidad de organizar tus días y aprovecharlos al máximo. Verás que el tiempo te durará más que nunca y lograrás descubrir lugares que ni siquiera imaginabas que existían.
Espero esto te inspire a emprender ese viaje contigo misma. Es una experiencia única y que la vas a recordar toda tu vida. No olvides cuidarte, la seguridad debe ser siempre tu prioridad.
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